Salud bucal. La importancia de la higiene bucal
La buena higiene bucal se practica con el cepillado diario de los dientes para tener una boca saludable, logrando que los dientes están limpios y sin restos de comida, que las encías tengan un color rosado y que no duelen o sangren al cepillarse. Asi, se previene el mal aliento y el deterioro de las piezas dentales por infecciones.
Higiene dental. La prevencion.
La cavidad bucal alberga hongos y bacterias conocidos como flora bucal que forman parte del “ecosistema oral” y se alimentan de azúcares y restos de comida que quedan en la boca. La flora bucal evoluciona a lo largo de la vida por la edad, las hormonas, el estrés, los factores externos, entre otros. Cuando está equilibrada las bacterias ayudan a mantener la buena salud de los dientes y encías previniendo los ataques externos. Si en cambio desequilibran la flora, resultan nocivas para la boca y la salud general por lo que deben prevenirse o eliminarse diariamente. La flora bucal se desequilibra por
la higiene bucal deficiente,
malos hábitos como el excesivo consumo de alcohol y el tabaquismo,
enfermedades como la diabetes o el cáncer,
los antibióticos.
Higiene bucal. Su importancia.
El dentista es nuestro gran aliado para mantener una adecuada higiene bucal, pero depende de nosotros ser constantes en la limpieza, especialmente en las áreas que demandan una atención especial durante el cepillado y la limpieza con hilo dental. Tener los dientes sanos nos permite hablar y comer correctamente y al mismo tiempo dar una buena imagen. La buena salud bucal es muy importante para el bienestar general, por eso lo mejor que uno puede hacer por sus dientes y encías es mantenerlos en un buen estado de limpieza.
Salud oral. Los buenos habitos.
Prestar atención y dedicar el tiempo necesario a los cuidados preventivos dentales evitarán sufrir problemas en el futuro. Reailzar visitas cada 6 o 12 meses al dentista es fundamental para hacer una limpieza completa con los instrumentos adecuados que permiten remover la placa y el sarro acumulado. Sin embargo hay hábitos que pueden reducir significativamente el desarrollo de caries, enfermedades y otros problemas buicales y estos son:
Cepillar los dientes en profundidad, utilizar el hilo dental y el enjuague bucal hasta 2 veces por día;
Seguir una dieta sana y evitar las ingestas entre comidas;
Utilizar productos dentales -como la pasta de dientes y enjuagues bucales con flúor.