Aparatos dentales. Todo lo que necesitas saber sobre frenos dentales.
Los frenos dentales o aparatos se emplean en ortodoncia para enderezar los dientes torcidos, corregir problemas de mordida, alineamiento y defectuosa oclusión. Colocarse frenos es importantes sea desde el punto de vista estético como de salud, ya que los problemas de mordida no tratados pueden derivar en gingivitis, caries, pérdida de las piezas dentales, desgaste del esmalte dental y hasta afectar el habla.
Los frenos convencionales se conforman de bandas, alambres y soportes que, colocados sobre los dientes, ayudarán a ponerlos en la posición correcta.
Ortodoncia. ¿Cómo funcionan los frenos?
Lentamente trabajan ejerciendo fuerza para mover y enderezar los dientes, logrando que se alinien correctamente. Son los alambres los encargados, a medida que el ortodoncista los ajusta, de ejercer presión para que se muevan en la dirección deseada con la ayuda de las bandas elásticas para que estén derechos. Generalmente se ajustan una vez por mes.
Existen diferentes tipos que varían según el material de composición y el aspecto estético. Y son:
Frenos de metal son los más utilizados, están hechos de acero inoxidable y son la opción menos costosa aunque muy notorios.
Mini frenos de acero inoxidable pero un 30% más pequeños que los tradicionales, aunque no aplican para todos los pacientes y cuestan un poco más que los frenos de metal tradicional.
Frenos transparentes se difundieron como una alternativa estética al metal, ya que son de cerámica y plástico transparentes por ende menos notorios aunque a nivel funcional son iguales a los frenos metálicos. Aunque son un poco más costosos y se suelen manchar facilmente si no se higienizan adecuadamente, su mayor ventaja está en la calidad estética.
Frenos linguales van colocados en la parte interna del diente en lugar de en la parte frontal, resultando estéticos ya que no se ven. Pero pueden ser difíciles de limpiar e incómodos para hablar.
Frenos dentales. ¿Cuáles son los cuidados durante el tratamiento?
Habitualmente se desaconseja el consumo de alimentos duros o con mucho contenido de azúcar, pegajosos, crujientes o con hueso, por ejemplo: manzana, apio, goma, caramelos, carne de hueso, nueces, frituras. Es necesario realizar algunos cambios en la dieta y la higiene dental para no producir daños sobre los frenos dentales y evitar enfermedades por acumulación de comida o mal cepillado luego de las comidas. Un cepillo eléctrico es ideal para limpiar todas las rendijas de los dientes y frenos.